Imprimir

Colaboración: ¿Quién entiende a los críticos?

por © NOTICINE.com
'Up in the air / Amor sin escalas'
'Up in the air / Amor sin escalas'
Por Alberto Duque López

Pocos oficios tan curiosos, polémicos, envidiados y poco frecuentados como los críticos de cine, alrededor de quienes siempre se tejen leyendas, rumores, contradicciones, pasiones, odios y muchas reacciones que solo entiende un buen aficionado, ese, capaz de quedarse toda una noche a la puerta de un cine para ostentar el resto de su vida el extraño privilegio de haber sido el primero en ingresar a la sala, sentarse y aplaudir a su actor favorito (en algunos casos, su director y en una minoría, su guionista predilecto).

Alguien (¿Truffaut?) sostuvo que nadie, cuando niño, al preguntársele qué será cuando grande, responderá: crítico de cine. Y otro afirma que el crítico se hace, no nace. Y uno más dice que la mejor definición de crítico es aquella persona que no tiene nada qué decir pero logra el milagro de que lo escuchen o lo lean.

Entre mis lecturas favoritas en diarios y revistas figuran los textos sobre gastrónomos que describen platos desconocidos preparados con ingredientes imposibles de conseguir en estas latitudes pero que dejan, en el papel, un sabor delicioso, sensual y por supuesto irrepetible: textos logrados con humor y sabiduría por Xavier Domingo, Bill Bufford, Irving Welsh, Manuel Vásquez Montalbán, Caius Apicus o Angeles Mastretta, sobre todo cuando ella escarba la memoria mexicana de su familia), y por supuesto los textos sobre películas que, alguna vez, espero mirar dentro o fuera de Colombia.

Nunca entro a una película a ciegas, es decir, leo todo lo que esté disponible sobre el argumento, los actores y el director, por supuesto, aunque en algunos casos, cuando se trata de mis maestros favoritos entro sin la menor duda a la sala: Arturo Ripstein, Pedro Almodóvar, Martin Scorsese, Woody Allen, Francis Coppola, Claude Chabrol, Carlos Reygadas, Michael Mann, Ridley Scott, Sam Mendes, Bernardo Bertolucci entre los vivos. Nunca me decepcionan aunque realicen películas inferiores al resto de su obra.

En otras épocas y ahora,  la complicidad se mantiene con los textos de los jóvenes furiosos de Cahiers, Positif, Sight & Sound, Film Comment y otras publicaciones; con las críticas de Pauline Kael (con quien bebí un café en uno de los hoteles más hermosos y nostálgicos del mundo, el Algonquin, en Manhattan, donde al día siguiente pude hablar con E.L. Doctorow sobre la adaptación de "Ragtime" en manos de Milos Forman) en el New Yorker, sobre todo su texto sobre Bertolucci y "Ultimo Tango en París"; con los textos de Angel Fernández Santos y Diego Galán, Carlos Boyero y Jon Apaolaza, españoles; Hernando Salcedo Silva, Orlando Mora, Ugo Barti y  Ricardo Silva, colombianos; con Jay Cocks, Frank Rich, David Ansen, Manola Dhargis, Roger Ebert, Edward Copeland, Christopher Null, A.O. Scott, Kenneth Turan, Andrew Sarris, el inolvidable Vincent Canby (capítulo aparte merece el legado de Robin Wood, británico-canadiense quien nos ayudó a comprender mejor el cine de Hitchcock y Bergman, y  la influencia de los homosexuales, las feministas radícales y el marxismo en películas importantes) y otros de Estados Unidos.

Ahora, ¿uno para qué busca los conceptos de los críticos?  Por varias razones. Para orientarse, por ejemplo y saber si la película debe ser vista o no (recordamos el 19 de noviembre de 1980, cuando se estrenó "Las puertas del cielo" de Michael Cimino y esa mañana apareció la crítica feroz, demoledora, exagerada y sin piedad de Vincent Canby que hundió la costosa película y obligó a su inmediato retiro de la cartelera porque nadie fue a verla); para comprobar si uno está bien encaminado en sus gustos; para anticipar lo que puede ocurrir en la vida real entre el crítico y el director de la película comentada (como el baldado de agua helada que Fernando Trueba arrojó sobre Diego Galán); para llevarle la contraria a ese crítico (quizás el ejercicio más delicioso, como ocurre con algunos franceses); para divertirnos con sus reacciones muy personales (el caso de la polémica entre Pedro Almodóvar y Carlos Boyero a propósito de "Los abrazos rotos"); para descubrir que la película vista por el crítico es diferente a la que uno ha disfrutado esa tarde; para identificar los conflictos religiosos, morales, políticos y sociales que padecen algunos comentaristas y descargan en sus textos; por el simple goce de la lectura, como ocurre con Diego Battle, Fernando López, Horacio Bernades, Sergio Woolf, Luciano Monteagudo y Adolfo C. Martínez, entre los argentinos; para aprender, simplemente, con las lecturas del francés  Michel Ciment y los mexicanos Leonardo García,  Emilio García Riera, Carlos Monsivais y Tomás Pérez Turrent; para sorprender al crítico en algún error; para sentir envidia por todas las películas, todos los viajes, todas las estrellas, todos los directores, todos los hoteles, todas las comidas, todas las peleas, todas las madrugadas y todas las aventuras sexuales que los críticos disfrutan con el dinero ajeno.

Bueno, todo este palabrerío viene a que el semanario EW ha publicado las listas de lo mejor y lo peor de 2009, según  sus principales críticos. Mirando estas listas, descubrimos elementos incomprensibles (¿las películas de Sam Mendes y Arriaga, además de "Tony Manero" entre las peores?) y sentimos, por sus gustos,  que entre ambos críticos hay varios años de distancia. Las listas, pues, en orden de importancia:
Lisa Schwarzbaum escogió las cinco peores del año:

- "La crudad verdad / La cruda realidad" de Robert Luketic
- "Un lugar donde quedarse / Nos vamos lejos" de Sam Mendes
- "Lejos de la tierra quemada / Camino a la redención" de Guillermo Arriaga
- "Están todos bien" de Kirk Jones
- "All about Steve / Alocada obsesión" de Phil Traill

Y también las que considera las mejores:

- "The hurt locker" de Kathryn Bigelow  (aparece en casi todas las listas)
- "Up" de Pete Docter y los estudios Pixar
- "Los mundos de Coraline / Coraline y y la puerta secreta" de Henry Selick
- "Up in the air / Amor sin escalas" de Jason Reitman
- "Donde viven los monstruos" de Spike Jonze
- "El Fantastico Sr.Zorro" de Wes Anderson
- "A serious man" de los hermanos Coen
- "Big Fan" de Robert Siegel
- "District 9 / Sector 9" de Neill Blomkamp
- "Everlasting Moments" de Jan Troell

Para el crítico Owen Gleiberman las mejores del año son:

- "Up in the air / Amor sin escalas" de Jason Reitman  
- "Bastardos sin gloria / Malditos bastardos" de Quentin Tarantino
- "Precious" de Lee Daniel
- "Te quiero, tío / Te amo, brother" de John Hamburg
- "Food, Inc." de Robert Kenner
- "(500) días juntos / 500 días con ella" de Joseph Gordon-Levitt
- "El Fantastico Sr.Zorro" de Wes Anderson
- "The girlfriend experience" de Steven Soderbergh
- "The hurt locker" de Kathryn Bigelow
- "Aventureland" de Greg Mottola

Y las cinco peores de 2009:

- "Los hombres que miraban fíjamente a las cabras" de Grant Hesloy
- "Guerra de Novias" de Gary Winick
- "The Box / La caja" de Richard Kelly
- "Tony Manero" de Pablo Larrain
- "La última casa a la izquierda / La venganza de la casa del lago" de Dennis Illiadis

Y, para completar y finalizar, la lista de Gleiberman con las diez mejores películas de la década, en orden de importancia:

- "Lejos del cielo / Lejos del paraíso" de Todd Haynes
- "Entre copas" de Alexander Payne
- "The century of the self" de Adam Curtis (documental sobre la cultura consumista)
- "Gladiador" de Ridley Scott
- "Chuck & Buck" de Miguel Arteta
- "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann
- "Réquiem por un sueño" de Darren Aronofsky
- "Munich" de Steven Spielberg
- "Lyla-4-ever" de Lukas Moodysson
- "Casino Royale" de Martin Campbell.

(Sin comentarios).