"Star Trek", desde los años 60 a los confines del espacio-tiempo
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Por Alejandro Pelayo
Si preferirías tener unas orejas picudas en lugar de esas aburridas y redondeadas, y además interpelas a tus amigos haciendo el saludo vulcano, no hay duda: eres un "trekkie". Y eso significa que estás de suerte, porque este fin de semana llega a las pantallas de todo el mundo un nuevo volumen cinematográfico de tu universo favorito. Su nombre, "Star Trek: los orígenes", y vendrá bajo la fórmula de "precuela" para viajar a los orígenes de la serie y explicarnos el germen de muchas cuestiones fundamentales. Pero antes de adelantarte nada, hagamos nuestro particular viaje al pasado, por si te has perdido algo...
Todo empezó en la década de los 60, cuando el estadounidense Gene Roddenberry empezó a cocinar en su cabeza una curiosa historia, la de una nave interestelar (la USS Enterprise) que se dedica a explorar el espacio desconocido comandada por su tripulación: el capitán James T. Kirk, el comandante Spock, y los tenientes Leonard McCoy, Montgomery Scott, Hikaru Sulu, y Nyota Uhura. Parece simple, ¿verdad?. No nos precipitemos...
Fue finalmente el 8 de Septiembre de 1.966 cuando la idea de Roddenberry vió la luz por primera vez en una pantalla de televisión. El reparto original lo formaban nombres relativamente desconocidos hasta el momento, como William Shatner (Kirk), Leonard Nimoy (Spock), DeForest Kelley (McCoy), James Doohan ("Scotty", como Kirk solía llamarle) y la bella Nichelle Nichols (Uhura). Las aventuras de esta tripulación no tuvieron demasiado éxito. Más bien todo lo contrario: ya durante la primera temporada, el canal recibió llamadas para cancelarla debido a sus bajos niveles de audiencia. Finalmente, y con 79 episodios a sus espaldas repartidos en apenas tres temporadas, el 2 de Septiembre de 1.969 se emitía el último capítulo de la serie. "Te dije que era demasiado simple para triunfar",es lo que primero se piensa, ¿verdad?. Pues de nuevo hay que evitar precipitarse, porque su corta vida fue una de los factores que comenzaron a atraer el interés del público, iniciándose así la bola de nieve conocida como "fenómeno Star Trek".
Y así, esta bola empezó a crecer como si bajase por una vertiginosa pendiente: para la década de los ´70, la serie ya era un fenómeno de culto total, y fue precisamente en esa década cuando se creó la primera secuela de la saga, que era ni más ni menos que ¡de dibujos animados!. "Star Trek: the animated series", se emitió durante dos años (73-74) y, aunque las ganas de los creadores seguramente fuesen muchas, el presupuesto con el que contaban hizo que muchas veces la calidad de la animación no fuese la esperada. Después de esta experiencia "animada", se llegó a la que fué la primera secuela con actores "de carne y hueso", concretamente los mismos que protagonizaron la serie original. "Star Trek: Phase II" no fue la que de más éxito gozó (sólo estuvo en pantalla durante el año 1.978), pero dejó un testigo que sería recogido numerosas veces, hasta llegar casi a la decena, tantas como series se han creado para televisión. Los actores de las primeras de ellas seguían siendo las caras habitualmente conocidas por los "fans", y fueron dejando poco a poco hueco a sus sustitutos, hasta llegar a la edición más reciente, "Star Trek: New Voyages", que se emitió hace tan sólo dos años (2.007). Temporalmente, los años en los que se desarrollaba la serie no se sucedían de una forma tan sencilla como en los años en los que se emitía: así, sus aventuras nos hicieron viajar de un plumazo del año 2.150 hasta casi el 2.380, situándose la serie original (o "T.O.S." como gustan de decir los fanáticos, acrónimo que responde a las iniciales de "The Original Series") en medio de este "sándwich cronológico", en pleno Siglo XXIII.
Y aunque Star Trek cuente con el honor de figurar en el Libro Guinness de los Récords como la serie de la que se han hecho más "spin-offs" de toda la historia, no sólo de televisión iban a vivir sus adeptos. Así, y como era lógico esperar, se fueron desarrollando, de forma paralela a las aventuras televisivas, una lista igual de fructífera de adaptaciones para la gran pantalla. De este modo, nos encontramos con "Star Trek: la película" (el título era lógico), que en 1979 cargó con la presión de ser el primer largometraje que se adaptaba sobre la serie ( y uno de los primeros en adaptar cualquier serie). ¿El resultado? Una recaudación de 139 millones de dólares en todo el mundo, y tres nominaciones a los Oscar. No obstante, y a pesar de no ser unos datos nada malos, sufrió una de las consecuencias de ser un fenómeno de masas: la película fue considerada por muchos como decepcionante, en vista del elevado coste que había tenido, ni más ni menos que 46 millones de dólares "setenteros". Y es que ya se sabe: cuantos más ojos tienes sobre tí, más críticas es probable que recibas. A pesar de las opiniones dispares, la primera pica ya estaba puesta y, al igual que ocurría con la serie de televisión, las secuelas fueron apareciendo a un ritmo vertiginoso (cuatro por década). En los ochenta tuvimos "La ira de Khan", "En Busca de Spock", "Misión: salvar la tierra" y "La última frontera", estas tres últimas dirigidas por Spock (Nimoy) y Kirk (Shatner). Los noventa nos trajeron "Aquél país desconocido", "La próxima generación", "Primer contacto" e "Insurrección". Y la cosa se estanca un poco al llegar a los "dos mil", donde sólo vé la luz "Némesis", en 2.002. A pesar de contar con legiones enteras de fans, algunas de estas producciones pasaron sin pena ni gloria por las salas, sobre todo las más recientes.
Pero como dijimos al comienzo, todo este ejército de admiradores tiene, este fin de semana, un premio en forma de estreno: llega a las pantallas "Star Trek: los orígenes". Como no es difícil adivinar por su título, la película adopta la forma de "precuela", tan en boga últimamente, para llevarnos al pasado (al pasado del futuro... no se despisten), antes de que llegaran a conocerse ninguno de los famosos tripulantes de la más famosa todavía nave "Enterprise". Así, este viaje en el tiempo nos lleva a seguir las primeras andanzas de todos los protagonistas en la Academia de la Federación, un viaje que se remonta algo más atrás en el caso de algunos personajes, como en el de un aniñado Capitán Kirk que forja su díscola personalidad desde su edad más temprana, o el de un atormentado Spock soportando las burlas que su condición de mestizo genera en sus compañeros.
Las vidas de la joven tripulación parecen transcurrir sin problemas, hasta que se topan en su camino con los Romulanos, capitaneados por un malvado Eric Bana, (genial en su interpretación), que clama venganza por un hecho acaecido en el futuro (el futuro del futuro... ¡uf!). A partir de aquí, ya se sabe... disparos con láser, persecuciones a "velocidad de curvatura", y entre medias, algunos que otros amores y desamores, rencillas personales, y ciertas gotas de humor.
El reparto principal lo componen Chris Pine ("Ases Calientes"), Zachary Quinto ("Heroes"), Karl Urban ("El Señor de los Anillos") , Zoe Saldana ("La Terminal") y el ya citado Eric Bana ("Munich", "Hulk") que, a pesar de su menor tiempo en pantalla, ensombrece con su trabajo al resto de sus compañero de reparto.

Así que estamos ante una cinta que no se deben perder aquellos que tengan en su casa una maqueta gigante del Enterprise y sepan hablar en Klingon, y que puede entretener al resto del público en general porque, como se suele decir, "una película se convierte en buena o mala, en función de las expectativas con que la veas".