Periodismo, intrigas y política en "La sombra del poder"
- por © Redacción-NOTICINE.com

Simultáneamente en Estados Unidos, España y varios países más se estrena este viernes "La sombra del poder", un "thriller" que mezcla el crímen, la política y el periodismo, con un espectacular reparto que incluye a Russell Crowe, Ben Affleck, Helen Mirren, Robin Wright Penn y Rachel McAdams, todos bajo la dirección del escocés Kevin Macdonald ("El último rey de Escocia"). Sin duda una propuesta atractiva y adulta, que ha recibido muy positivas críticas en EEUU.
La cinta, basada en una miniserie de la BBC emitida hace seis años, se desarrolla en Washington, donde trabaja Cal McCaffrey (Crowe), un avezado periodista cuyo olfato le lleva a desenmarañar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y de la gran empresa.
El apuesto e imperturbable congresista Stephen Collins (Ben Affleck) representa el futuro de su partido: debido a su honestidad ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante y los secretos salen a la luz.
McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación. En una ciudad de relaciones públicas, asesores y ricos políticos, aprenderá una verdad innegable: cuando miles de millones están en juego, la integridad, el amor y la vida de cualquiera están en peligro.
El punto de partida de la película fue el material escrito por Paul Abbott, creador de la miniserie que emitió BBC en 2003. Al año siguiente se vendieron los derechos cinematográficos y comenzó la reescritura del guión, para convertir seis horas de ficción televisiva en algo más de dos horas de cine. De ello se encargaron Matthew Michael Carnahan, Billy Ray y el prestigioso Tony Gilroy.
No fue fácil encontrar al director que encabezara el proyecto. Los productores se decantaron por Kevin Macdonald, un documentalista escocés premiado por la Academia y en dos ocasiones por los BAFTA, que sorprendió al mundo con un primer largometraje "El último rey de Escocia". "Cuando vi "State of Play" en televisión, me gustó mucho", dice el director. "Cinco años después, me mandaron el guión. Por un lado me intrigaba, por otro, la serie me había gustado tanto que no me fiaba de mí mismo. ¿Cómo reducir seis horas a dos?. Parte de la solución fue cambiarlo radicalmente", explica. "La base de la trama es la misma, pero lo que la rodea cambia mucho. Era obvio que no podíamos hacer otra versión de algo tan genial. Había que reinventarlo, y lo hemos hecho".
Mientras se gestaba la cinta, en Hollywood se preparaba la huelga de guionistas, que obligó a postergar la filmación y de paso se llevó por delante a los dos previstos protagonistas, que no iban a ser otros que Brad Pitt y Ed Norton, a los que acabaron sustituyendo Crowe y Affleck.
"El estudio me preguntó qué actores tenía en mente -explica Macdonald-, y contesté que el mejor del mundo, Russell Crowe. Le mandaron el guión. A los tres días volé a Australia. 24 horas después aceptó el papel, y a las dos semanas estaba en el plató. Russell llegó, cogió al personaje por el pescuezo y se metió totalmente en su piel".
Para el actor neozelandés, su periodista era un personaje atípico. "Uno de los temas de la película es la ambigüedad del concepto de una prensa objetiva", comenta. "Los periodistas quieren ser objetivos; supuestamente sus relaciones y su vida no afectan a sus artículos. Pero en este caso, no es así. Me gustó que se les mostrara como seres humanos. A veces no consiguen desenredarse de la historia, lo que puede tener buenos y malos resultados.
"Me atrajo la ambigüedad moral del personaje", dice por su parte Ben Affleck sobre el político al que interpreta. "Es un congresista joven, poderoso, con éxito, que lo tiene todo por delante, y lo tira por la borda al tener un lío con una chica a la que acaban asesinando. El suceso coincide con una importante crisis matrimonial y el derrumbamiento del código moral que hizo suyo durante su paso por el ejército. Stephen está convencido de que intenta portarse como es debido, pero no puede resistir".
En Norteamérica, "La sombra del poder" se estrena este viernes en algo más de 2.800 salas, enfrentada a una comedia juvenil protagonizada por el ídolo televisivo de las jovencitas Zac Efron, "17 again" y a la cinta de acción de Jason Statham "Crank High Voltage", competidoras difíciles de superar considerando la edad media de los espectadores actuales.
La cinta, basada en una miniserie de la BBC emitida hace seis años, se desarrolla en Washington, donde trabaja Cal McCaffrey (Crowe), un avezado periodista cuyo olfato le lleva a desenmarañar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y de la gran empresa.
El apuesto e imperturbable congresista Stephen Collins (Ben Affleck) representa el futuro de su partido: debido a su honestidad ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante y los secretos salen a la luz.
McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación. En una ciudad de relaciones públicas, asesores y ricos políticos, aprenderá una verdad innegable: cuando miles de millones están en juego, la integridad, el amor y la vida de cualquiera están en peligro.
El punto de partida de la película fue el material escrito por Paul Abbott, creador de la miniserie que emitió BBC en 2003. Al año siguiente se vendieron los derechos cinematográficos y comenzó la reescritura del guión, para convertir seis horas de ficción televisiva en algo más de dos horas de cine. De ello se encargaron Matthew Michael Carnahan, Billy Ray y el prestigioso Tony Gilroy.

Mientras se gestaba la cinta, en Hollywood se preparaba la huelga de guionistas, que obligó a postergar la filmación y de paso se llevó por delante a los dos previstos protagonistas, que no iban a ser otros que Brad Pitt y Ed Norton, a los que acabaron sustituyendo Crowe y Affleck.
"El estudio me preguntó qué actores tenía en mente -explica Macdonald-, y contesté que el mejor del mundo, Russell Crowe. Le mandaron el guión. A los tres días volé a Australia. 24 horas después aceptó el papel, y a las dos semanas estaba en el plató. Russell llegó, cogió al personaje por el pescuezo y se metió totalmente en su piel".
Para el actor neozelandés, su periodista era un personaje atípico. "Uno de los temas de la película es la ambigüedad del concepto de una prensa objetiva", comenta. "Los periodistas quieren ser objetivos; supuestamente sus relaciones y su vida no afectan a sus artículos. Pero en este caso, no es así. Me gustó que se les mostrara como seres humanos. A veces no consiguen desenredarse de la historia, lo que puede tener buenos y malos resultados.

En Norteamérica, "La sombra del poder" se estrena este viernes en algo más de 2.800 salas, enfrentada a una comedia juvenil protagonizada por el ídolo televisivo de las jovencitas Zac Efron, "17 again" y a la cinta de acción de Jason Statham "Crank High Voltage", competidoras difíciles de superar considerando la edad media de los espectadores actuales.