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Colaboración: Lo desechable de la temporada en Hollywood

por © NOTICINE.com
'Hotel para perros'
'Hotel para perros'
Por Alberto Duque López

En medio de la alegría por el estreno reciente de películas interesantes y valiosas como "Slumdog Millionaire", "El curioso caso de Benjamín Button", "La Duda", "The Wrestler / El luchador", "La boda de Rachel", "Che", "Revolutionary Road", "Gran Torino", "The Reader", "El desafío: Frost contra Nixon"  y otras en la cartelera de Estados Unidos y demás países del mundo, también produce desazón, aburrimiento y frustración el lanzamiento de una serie de películas que aunque desechables e inútiles, lideran la taquilla.

Y lo hacen como una reiteración del discutible gusto de millones de espectadores, lanzados de cabeza en los multiplex que los fines de semana combinan las rebajas con la basura que llega de Hollywood. Solo por ejercicio de elemental masoquismo repasemos algunos de esos títulos que, lamentablemente, interesan y divierten a muchos:

"Hotel para perros" es la historia de dos hermanos huérfanos que han pasado de hogar en hogar porque son problemáticos, mentirosos, inquietos y además tienen un perro que causa muchos problemas, hasta cuando descubren una ruina arquitectónica donde se refugian con otros amigos, caninos y humanos.

Protagonizada por Emma Roberts y Jake T. Austin, además del estupendo Don Cheadle quien dedica los últimos minutos a un discurso sensiblero que borra los escasos momentos divertidos y  compartidos con los otros personajes. Quizás la medida de la película esté en la terrible pareja de músicos, desafinados y sucios (Lisa Kudrow y Kevin Dillon), actuales padres sustitutos de los chicos, más preocupados por colocar candados en las alacenas que por vigilar su conducta. Llena de lugares comunes, la película podría entusiasmar a los amantes de los perros que ostentan algunas gracias, sobre todo por la diferencia de razas, tamaños y colores. El director de este producto desechable se llama, para olvidar su nombre, Thor Freudenthal.

"The Spirit" ha sido esperada por miles de fanáticos de la tira cómica de Will Eisner, durante varios años. Pueden ahorrarse la emoción y la angustia porque la película, dirigida por el mítico Frank Miller (el mismo de "300" y "Sin City"), es aburrida, vacía, llena de escenas planas y toscas en las cuales a pesar de la presencia de Samuel L. Jackson, Paz Vega, Scarlett Johanson y la inquietante Eva Mendes, uno se siente insultado por la ridiculez de las escenas, la torpeza de los diálogos, la ausencia de acción y sobre todo, la inutilidad de una historia que gira alrededor de ese personaje que regresa de entre los muertos para luchar contra el crimen. No, no tiene el humor negro ni la agresividad visual de su referente más cercano, "Sin City", si acaso los dibujos que carecen de imaginación y humor. Desechable.

"Sí, Señor" es la nueva comedia (?) de Jim Carrey quien a lo largo de su exitosa carrera ha demostrado que los gestos corporales no tienen límites, que puede saltar y correr y lanzarse desde un puente y gritar y chillar y bambolearse y romper las cosas y estrellarse contra paredes y vidrios, y vomitar y escupir y mirar como un idiota y, en una palabra, hacer el tonto en una película que aburre, cansa, desespera, desilusiona y provoca las reacciones más negativas en un espectador a quien no le cabe en la cabeza que un producto como éste, sea capaz de acumular más de 100 millones de dólares en la taquilla de Estados Unidos y Canadá.

Dirigida por Peyton Reed sobre un guión de Nicholas Stoller, Jarrad Paul y Andrew Mogel, sobre una novela de Danny Wallace, la película sigue los pasos de un personaje amargado que trabaja en un banco, con el peso de una tremenda desilusión amorosa. Todo lo rechaza, no acepta nada, se esconde de los demás hasta cuando lo convencen de tomar el curso dictado por un gurú del positivismo y el entusiasmo por la vida, quien le enseña a decir "Sí" en todas las circunstancias, lo cual cambia su rutina y la de los clientes a quienes aprueba todas sus solicitudes de créditos.

Si Carrey tenía algunas muecas guardadas, sin usar en sus películas anteriores, aquí aprovecha para utilizarlas y lanzarlas sobre un espectador masoquista que aún cree en las posibilidades de un cómico que ya pasó de moda, por exagerado y vulgar. Desechable.

"Cuentos que no son cuento / Bedtime stories" con Adam Sandler, otro cómico que va en picado, con películas peores, personajes deprimentes e historias frustradas por la incapacidad de sus realizadores, como ésta, dirigida por Adam Shankman que cuenta la historia (interesante en el papel) de un personaje simple y cándido, hijo del dueño de un hotel que, por problemas financieros tiene que ser vendido a un desalmado empresario pero, con la promesa de que el joven Skeeter Bronson sea nombrado después administrador, lo que nunca ocurre.

En medio de su vida gris el joven personaje se refugia en la imaginación y la complicidad de sus sobrinos a quienes relata un cuento todas las noches y descubre que esas historias, basadas en sus experiencias frustrantes pueden convertirse a voluntad en situaciones reales y alegres cuando tío, hermana, sobrinos y novia son los protagonistas.

Esto, contado así, suena interesante y divertido pero en la práctica es una película aburrida, frustrada e incompleta a pesar de algunos logrados efectos especiales.

"Marley & Yo" es la historia de las relaciones accidentadas de una familia de cuatro con un labrador. La historia viene de un libro que se vende y lee mucho en Estados Unidos donde estos temas son muy populares, escrito por John Grogan quien recuerda su vida al lado de ese animal sin ley que le marcó la vida. Aunque nadie lo crea, el director David Franker realizó antes una auténtica obra maestra del humor negro, "El diablo viste a la moda / El diablo viste de Prada" pero aquí, apoyado en Owen Wilson, peor que nunca y Jennifer Aniston, adorable como siempre, se hunde en una película que no sabe si es comedia o drama según las circunstancias que rodean al protagonista, ese perro interpretado por más de veinte ejemplares.

La historia, previsible, sigue las andanzas, mudanzas y frustraciones de esa pareja de periodistas independientes que compra el cachorro a quien bautiza Marley en homenaje a Bob y padece, en un ritual desesperante, la pésima educación de un perro que impone su ley de la selva a sus sufridos dueños. En el libro, el animal enseña a sus amos lecciones de vida y tolerancia, mientras en la película es apenas un objeto de disturbios y momentos amargos que el espectador incauto se toma en serio. Para destacar: el personaje de Alan Arkin como el editor del periódico; la presencia de Kathleen Turner, gorda y fea, haciendo de entrenadora de perros, malhumorada. Desechable.

"Walkiria" de Bryan Singer, el mismo realizador que tiene varias películas memorables por toda la carga de imaginación y agresividad que contienen ("Sospechosos habituales / Sospechosos de siempre", las dos "X Men", "Apt Pupil" y "El regreso de Superman"), tuvo que sortear toda clase de obstáculos para estrenar este costosa, pretenciosa e inútil historia protagonizada por un actor en decadencia, Tom Cruise, sobre un episodio que el público ya sabe cómo será resuelto. Para los admiradores de Singer quizás hubiera resultado más saludable que la película siguiera guardada, olvidada, descartada, sometida al olvido piadoso. Desechable.

Y, ¿saben qué es lo peor? Que durante los próximos meses, superada la bonanza de calidad de las películas de los Oscar, la cartelera tendrá perlas como "Friday the 13th", "Watchmen", "Monsters vs Aliens", "Transformers 2", "The Uninvited", "Dance Flick", "Fast & Furious 4", "The Unborn", "Underworld 3", "Mall Cop", "The Pink Panther 2", "Coludí with a chance of meatballs", "Hannah Montana, the movie", "Free Style" y la lista de desechables sigue en aumento. Afortunadamente, en lo que hace relación con esa pobre producción de Hollywood, existen las películas independientes (las de Sundance, entre otras), las europeas y, por supuesto las que se hacen en Latinoamérica, con las uñas y mucha imaginación. Vale. Por eso no extraña que la tontería sobre un guardia gordo y torpe que cuida las instalaciones de un centro comercial, figure este fin de semana en el primer lugar de la taquilla norteamericana.