- Nick Nolte se salvó por los pelos de un incendio en su casa de Malibú, al parecer causado por un cortocircuito eléctrico.  El actor dos veces candidato al Oscar, al que acabamos de ver en "Una guerra de película / una guerra muy perra", logró escapar de su residencia chamuscado y con leves cortes en una mano, al tener que romper una ventana para escapar de las llamas, según informó la policía local.

Aunque el edificio no sufrió daños estructurales, las pérdidas se estiman entre millón y medio y tres millones de dólares, según las fuentes. El incendio comenzó alrededor de media mañana en la sala de la casa, y el actor, de 67 años, intentó infructuosamente apagarlo hasta la llegada de los bomberos, que se encontraron al actor fuera, con una manguera.

- Bill Murray ha tenido que sufrir en carne propia las inquietudes de algunos de sus recientes personajes, deprimidos y amargados. El periodista de Associated Press se sorprendió cuando el actor norteamericano le confesó con los ojos llorosos, mientras dialogan a raiz de la promoción de su nuevo film, "City of Ember", que se estrena este viernes en EEUU, que la petición de divorcio que le presentó su esposa el pasado mayo fue "devastadora, lo peor que me ha pasado en la vida". Tras once años de matrimonio, la diseñadora de vestuario Jennifer Butler pidió el divorcio y la custodia de los cuatro hijos de la pareja, aduciendo que el actor sufría adicciones a la marihuana y el alcohol, además de agredirla y abandonar el hogar conyugal sin explicaciones. "Yo estaba muerto, simplemente roto. Cuando uno está enamorado de alguien y esto sucede... Es como que la fe en le gente se destruye, porque uno ya no puede confiar en la persona en la que más confió", añadió el protagonista de "Lost in translation".

- Tras las buenas críticas y buenas taquillas de sus últimas cintas más o menos independientes como realizador "de encargo", David Cronenberg tenía que ser captado por un gran estudio, y ello acaba de ocurrir. La Metro le ha propuesto realizar "The Matarese Circle", una cinta de alto presupuesto con implicaciones políticas, pero de acción, a la que está asociado como protagonista Denzel Washington, basada en una novela de Robert Ludlum, el mismo autor de la célebre saga de Jason Bourne. Se trata de la historia de dos agentes rivales, un espía estadounidense y otro soviético, que se ven obligados a colaborar para descubrir y eliminar a los miembros de un grupo delictivo que ha logrado infiltrarse en lo más alto de la Administración yanqui.