Por Edurne Sarriegui     

Exactamente dos años después del esperado estreno de "Star Wars: El despertar de la fuerza" -primera parte de la nueva trilogía ahora en manos de Disney- y tal y como nos habían prometido, llega a las pantallas "Star Wars: Los últimos Jedi / The Last Jedi" (2017). La serie de películas creadas por Georges Lucas y ahora en manos del imperio Disney demuestra gozar de buena salud y promete acción para rato. Este nuevo episodio, escrito y dirigido por Rian Johnson, sigue la línea argumental de su antecesor pero ahonda en los conflictos de los personajes  anteriormente presentados, y en sus motivaciones.

"Star Wars: Los últimos Jedi" comienza donde terminó la acción del primer episodio: los rebeldes de la República tratan de neutralizar el ataque a que son sometidos por el Imperio mientras la joven Rey (Daisy Ridley) encuentra a Luke Skyewalker (Mark Hamill), autoexiliado en una remota isla. Su objetivo es convencerle de la necesidad de su colaboración para formar nuevos Jedi y así combatir el Mal. Pero Luke no parece proclive a aceptar la propuesta y buena parte del conflicto central de esta nueva entrega girará en torno a sus motivaciones y el autoconocimiento de Rey, en permanente conflicto consigo misma por las extrañas visiones que le acosan y los poderes que descubre poseer.

Paralelamente los rebeldes comandados por la princesa-general Leia (Carrie Fisher) tratan de huir del ataque para proteger a sus escasas fuerzas y reorganizarse. Pero la situación es crítica y la evasión difícil. Hará falta recurrir a la valentía y la imaginación de los héroes ya conocidos y algunos nuevos para encontrar la manera de sobrevivir y de esta manera continuar la lucha por la justicia. El seguimiento de esta conjunción de tramas que acompañan la línea argumental principal puede resultar arduo para los espectadores que no esten familiarizados con los personajes y con las historias pasadas.

Rian Jonhson continúa con el espíritu de la saga y en esta entrega la mitología de "Star Wars" permanece intacta. La épica espacial que se impuso como modo de contar la eterna lucha del bien contra el mal hace uso de las luces y las sombras de los personajes, de las batallas bien dosificadas y de un humor que va dirigido principalmente a los seguidores fanáticos que podrán reconocer frases y gestos de sus héroes.

Si el primer episodio de esta última trilogía se podía considerar como la presentación de nuevos personajes, en esta ocasión se profundiza en sus motivaciones y sus orígenes y se concreta un cambio generacional que se vislumbraba necesario aunque más no sea por el paso inexorable del tiempo.

En esta entrega, a los icónicos actores de la saga como Carrie Fisher y Mark Hamill, se unen otros ya conocidos como Daisy Ridley, Adam Driver, el guatemalteco Oscar Isaac o John Boyega y algunos nuevos como Kelly Marie Tran o el puertorriqueño Benicio del Toro en un personaje turbio y canalla que por supuesto está del lado oscuro.

"Star Wars: Los últimos Jedi / The last Jedi" es fiel al espíritu de la saga. Es emocionante, defiende su filosofía de oposición entre el bien y el mal, entrega acción en dosis adecuadas y –sin abusar- aporta guiños que hacen sentir partícipes a sus seguidores. Introduce nuevos personajes que van ocupando posiciones centrales y prometen liderar futuros capítulos. Esperemos que sean tan carismáticos como fueron sus antecesores.

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