Luego de reestrenarse en Estados Unidos con escaso eco, vuelve a los cines alemanes una de las obras más importantes de Steven Spielberg, "La lista de Schindler", y uno de ellos ha tenido una idea insólita para promocionarla: dará entradas gratuitas para los militantes del partido Alternativa para Alemania, algo que ha desconcertado a este grupo ultraderechista.

Será el próximo día 27 cuando se vuelva a proyectar en cines alemanes "La lista de Schindler", fecha dedicada a la memoria de las víctimas del Holocausto.

Los simpatizantes de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) tendrán entrada gratuita a una sala de Hachenburg, provincia del oeste del país, siempre que acrediten su militancia a ese partido. "La dirección del cine quiere dar la máxima resonancia a esa proyección y hacerla llegar al más amplio espectro de público posible", apuntaron los responsables de la sala mediante su página web, añadiendo que con ello no quieren decir que "los votantes de AfD sean nazis".

La AfD ya ha manifestado su descontento por esa iniciativa y el líder de la formación en el estado federado de Renania-Palatinado, Uwe Junge, denunció a través de su perfil de twitter esta acción que tal y como él escribió, "pretende colocar a la AfD como afín al nacionalsocialismo".

Se trata de una versión remasterizada de la historia real de Oskar Schindler (Liam Neeson), que la gran pantalla revivirá. La historia de aquel empresario alemán que salvó alrededor de mil judíos de los campos de concentración le valió a su director, Steven Spielberg, para recibir 12 nominaciones a los premios Oscar, de los cuales ganó siete, incluidos el de mejor director y película.
Esta obra, considerada para muchos críticos como su mejor película consiguió recaudar 320 millones de dólares a nivel mundial cuando fue lanzada en 1993, pese a que el propio cineasta nunca esperó que tendría ese éxito comercial como así lo comunicó el pasado año en una entrevista para la NBC News: "No podía imaginarme, basándome en la historia que estábamos contando, que una audiencia toleraría la cantidad de violencia, humano contra humano, o inhumano contra humano. Nadie pensó que la película iba a ganar dinero".

Comparando el contexto de hace 25 años, cuando la mencionada película se proyectó por primera vez, con el momento actual en el que hay un aumento importante de los delitos de odio, Spierlberg apuntó que  "creo que éste es quizás el momento más importante para volver a lanzar esta película".

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