Ya está online el trailer de "Passengers", drama romántico de ciencia ficción que uno a dos de los actores más sexys y requeridos de Hollywood, la mujer mejor pagada, Jennifer Lawrence, y el ascendente Chris Pratt. Ambos viven una aventura futurista que se desarrolla en el interior de una gran nave especial camino de una lejana galaxia. En ella viajan miles de pasajeros "hivernados" por más de un siglo. Como consecuencia de un problema técnico, uno de ellos (Pratt) se despierta 90 años antes de llegar a destino, y no tiene posibilidad de volver a su anterior estado.

Ante la perspectiva de pasar toda su vida y morir en una nave automatizada y más sólo que la una, sólo con la compañía inerte de los "dormilones", Jim opta por despertar por su cuenta a una chica, Aurora (Lawrence), a la que tendrá que conquistar. El guionista, Jon Spaihts ("Prometheus"), debió pensar que con el idilio no tenía para llenar hora y media, así que enfrenta a ambos protagonistas casi solitarios (hay un robot-barman interpretado por Michael Sheen) con un gran peligro que puede destruir la nave entera y acabar con la vida de los numerosos colonos que duermen en su interior.

Espectaculares decorados, efectos visuales y los sueldos de sus astros justifican los 120 millones que Sony gastó en la cinta, que se estrenará el próximo 21 de diciembre.

"Tendréis que comprar muchas palomitas y doblar las salas que le deis a la película, porque os aseguro que durante el estreno en Navidad vais a vender bien", dijo el Pratt el pasado abril a los dueños de las salas en su convención anual, CinemaCon, asegurando también que "Passengers" revolucionará el concepto de las películas espaciales.

De este proyecto se empezó a hablar hace más de tres años. Entonces se llevó a cabo una subasta entre varias compañías para quedarse con la distribución en Estados Unidos del film, que inicialmente se quedaron los hermanos Weinstein. El director iba a ser el irlandés Brian Kirk, quien se había responsabilizado sobre todo de series televisivas, como "Juego de tronos" y "Boardwalk Empire", y los protagonistas Keanu Reeves y Reese Witherspoon. El presupuesto era también notablemente distinto, sólo 35 millones. Sin embargo, y tras un breve paso por los despachos de la Warner, finalmente acabó en manos de Sony, que elevó sus ambiciones y colocó a un par de figuras con mayor caché y un director de mayor prestigio, el noruego Morten Tyldum ("Descifrando Enigma / El código Enigma / The Imitation Game").



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