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- Oliver Stone sigue fiel a su fama. Sea cual sea el tema, por muy polémico y peligroso que parezca, ahí está él dispuesto a agarrar el toro por los cuernos. Lo hizo con el asesinato de Kennedy, el caso Watergate o la violencia televisada, y ahora dice que quiere llevar a la pantalla la vida del presunto responsable del actual conflicto bélico tras los atentados de EEUU, Osama Bin Laden. "La realidad siempre ha sido un asunto favorito para mí antes del 11 de septiembre", ha dicho el realizador de "J.F.K.". Afirma Stone que para hacer una película sobre el terrorismo "es preciso ser realista y mostrar también el punto de vista árabe". En su opinión, Hollywood se equivoca en esconder la cabeza sobre ese tema: "Si una película sobre terrorismo está bien hecha y es creible, la gente irá a verla".

- Y no salimos del tema, porque Alec Baldwin acaba de dar muestras de amor irrefrenable por su ciudad, Nueva York. El actor, que se encuentra esta semana por trabajo en Los Angeles, ha declarado al New York Daily News, que no tiene la menor intención de abandonar la Gran Manzana tras los atentados. "Siento que es un gran momento para estar en N.Y., porque vamos a ver surgir muchas ideas sobre cambios en nuestra vida diaria, y hay algo en mi interior que me dice que si esta ciudad vuelve a ser bombardeada, yo quiero estar allí. Prefiero morir por una bomba en Nueva York que llevar una vida superficial en cualquier otro sitio", afirma Baldwin.

- Vayamos ahora con amores más "normales". Según la agencia WENN, Robert Downey Jr. ha encontrado una razón para vivir alejado de las drogas tras conocer a una misteriosa rubia. Ganador del Globo de Oro por su papel secundario en la serie "Ally McBeal", Downey Jr. ha sido visto en actitud cariñosa con la chica en sus días de permiso, dentro de su actual proceso de rehabilitación en un centro médico especializado de Malibú. El actor fue condenado judicialmente a seguir el tratamiento para dejar las drogas después de su última detención con estupefacientes. Por otra parte, los periodistas que acudieron la otra noche al pre-estreno de "Bandits", la nueva película de Bruce Willis, quedaron impresionados por lo cariñosos que vieron al actor y a su ex esposa Demi Moore, una de las estelares invitadas. Separados desde hace tres años, acudieron a la gala entre sonrisas y acompañados por sus tres hijos, Rumer (de 13 años), Scout (10) y Tallulah (7).