La conexión aragonesa de "A.I.", cinta de Spielberg-Kubrick

por © Redacción-NOTICINE.com
Amantes mecánicos
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Con Jude LawAmantes mecánicos19-VI-01

El último viernes de este mes de junio llegará a las pantallas norteamericanas una de las películas más esperadas de la temporada. Al contrario de otros éxitos de este verano norteamericano, el elemento misterio, la falta de datos y el secretismo han sido las constantes en la producción de "A.I." (Artificial Intelligence), película con la que soñó durante años Stanley Kubrick, y que ha "heredado" Steven Spielberg. Los primeros elegidos entre la crítica especializada ya han podido verla y hablan maravillas, pero una de las curiosidades desveladas en estos pases privados es que Zaragoza, la capital de la región española de Aragón, es una especie de nuevo "Silicon Valley" de la tecnología mundial.

Allí está la sede de un instituto de tecnología de vanguardia en el que se preparan los científicos e investigadores de las naciones más poderosas del planeta. No obstante, Spielberg no fue a filmar a la ciudad del Pilar ni a ninguna otra de España, ya que "A.I." se rodó en secreto en Los Angeles y Long Beach (California).

Para conocer como se gestó lo que ya algunos consideran "el primer clásico de la ciencia-ficción en el siglo XXI" deberíamos remontarnos a hace cerca de dos décadas. Stanley Kubrick, el realizador que marcó pautas revolucionarias en ese género con "2001, una odisea del espacio", pensó en adaptar un relato corto de Brian Aldiss, "Super-toys last all summer long", pero en ese momento lo tecnología de efectos especiales no podía brindarle el apoyo preciso para dar credibilidad a la cinta, y tuvo que esperar.

El autor de "La naranja mecánica" vió años después "Parque jurásico" y consideró que se estaba yendo por el buen camino. Ahí se intensificó la relación -vía fax y teléfono sobre todo- entre Kubrick y el realizador-productor, que comenzó cuando ambos filmaban en el mismo estudio inglés, y que iba a culminar con la puesta en marcha de "A.I.", si el perfeccionista responsable de "Barry Lindon" no hubiera muerto al poco de terminar "Eyes wide shut".

Spielberg se basó en un tratamiento de 80 páginas escrito por Kubrick para hacer "A.I.". Se habla de ella como una especie de puesta al día de "Pinocho", aunque también recuerda a un film más reciente, "El hombre bicentenario". En un futuro no tan lejano, con el mundo semisumergido por la descongelación del Polo por el "Efecto invernadero", un niño-robot (Haley Joel Osment, el protagonista de "El sexto sentido"), primero en su género con una tecnología ultramoderna que le hace disfrutar de sentimientos humanos, aspira a un destino y una existencia superior. El actor británico Jude Law ("Enemigo a las puertas") interpreta al principal amigo del niño androide, Gigolo Joe, un robot creado para el placer humano.

Las críticas han sido entusiastas, e incluso los especialistas más próximos a medios industriales apuntan a que se trata de un film con grandes potencialidades comerciales, capaz de superar a los primeros éxitos de este verano, como "Pearl Harbor" o "Shrek".