Adiós a George A. Romero, padre del cine de zombis

por © CineyTeatro.es-NOTICINE.com
George A. Romero
No hay muchos cineastas capaces de entrar en la historia con un sólo título, y menos que como en este caso marcaran un género o subgénero dentro del terror. El cineasta estadounidense George A. Romero, creador de una franquicia a partir de "La noche de los muertos vivientes / Night of the Living Dead" (1968) murió el domingo en Los Angeles, mientras dormía, después de una "breve pero agresiva" batalla contra el cáncer de pulmón. A Romero, hijo de un emigrante español afincado primero en Cuba y luego en EEUU, se le considera el  padre del cine de zombis en su concepción actual.

El cineasta coescribió con John A. Russo y dirigió en 1968 la película que comenzó la serie de zombis, titulada "La noche de los muertos vivientes", película independiente y en blanco y negro que generó el entusiasmo de la crítica y pasó a ser un film de culto. Esta condujo a una serie de secuelas y una gran cantidad de imitaciones o plagios. Su agente, Chris Roe ha señalado que Romero murió con su esposa e hija a su lado, escuchando la partitura de "El hombre tranquilo / The Quiet Man", compuesta por Victor Young, "una de sus películas favoritas de todos los tiempos".

En el momento de su estreno, "La noche de los muertos vivientes" fue criticada por ser sangrienta, pero terminó convertida en un clásico de culto e inspiró películas de horror y zombis durante décadas. Aunque no utilizó la palabra zombis, fue la primera película que representó cadáveres reanimados convertidos en insaciables caníbales. Las películas anteriores habían mostrado zombis como personas vivas que habían sido hechizadas por el vudú. A pesar de tener un presupuesto de sólo 114 000 dólares, la película ganó 30 millones en la taquilla y fue seguida por cinco secuelas y dos reediciones.

Una curiosidad es que Romero tuvo un papel secundario y sin acreditar en esa película como periodista. Luego dirigió otras películas, como la comedia romántica de 1971 "There's Always Vanilla", la película de vampiros de 1978 "Martin", y la adaptación del libro de Stephen King "Creepshow" en 1982.

Su única cinta que superó el éxito de la taquilla que disfrutó "La noche de los muertos vivientes" fue "Zombi: El regreso de los muertos vivientes / El amanecer de los muertos vivientes / Dawn of the Dead", en 1978, que ganó más de 40 millones de dólares.

En un chat con lectores de El País hace diez años, Romero reconoció que muchos de los simbolismos que se atribuyen a su cine no eran tales: "Creo que a veces son demasiado analizadas. Mis películas son muy sencillas y la gente va mucho más allá". En otras declaraciones de ese año, cuando Sitges le dedicó un homenaje, insistía en que "No creo que mis zombis se estén quedando desfasados, simplemente, tengo mi estilo propio. De hecho, yo ni siquiera creé el término zombi, esa fue una etiqueta que salió a través de los medios y que quedó allí, del mismo modo que tampoco la idea de 'Night of the living dead' es mía, la extraje de la novela 'Soy leyenda' de Richard Matheson, pero en lugar de mostrar, digamos, el final de los acontecimientos, opté por mostrar el origen de éstos, cambiando a los vampiros por mis muertos vivientes. Además, mis zombis no son un mal propiamente dicho, los considero más bien como un detonante, una revolución que provoca lo verdaderamente importante de mis películas, que es la reacción de los protagonistas ante una revolución".

La desaparición de este hijo de gallego fue seguida por numerosas reacciones a través de las redes sociales. Stephen King, de quien llegó a adaptar "Creepshow", lo calificó cp,p su colaborador favorito y remató: "Nunca habrá otro como tú". Por su parte, el cineasta mexicano Guillermo del Toro, con el que tenía una relación de mutua admiración, escribió en su twitter que se había quedado sin palabras por "una pérdida es tan enorme".

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