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Por Lucía Martín Muñoz   

La serie "Detrás de sus ojos / Behind her eyes", de tan solo seis capítulos, que está disponible desde este miércoles en la plataforma de Netflix, más que un thriller psicológico, bien podría introducirse en el género de la ciencia ficción, aunque consigue, contra todo pronóstico, crear un universo creíble para un espectador que vive en continua tensión.

Esta nueva producción en formato de miniserie creada por el británico Steve Lightfoot, se basa en la novela bajo el mismo nombre publicada en el 2017 por Sarah Pinborought. El libro saltó a la fama después de la viralización del hashtag "wtfthatending", lo que se traduce en "¿qué coño pasa con ese final?", y no, no es para menos.

La serie narra la historia de un trío amoroso: Louise (Simona Brown) una secretaria divorciada a cargo de su hijo pequeño, David (Tom Bateman) un psicólogo nuevo en la ciudad que se tropieza con ella la primera noche, y Adele (Eve Hewson), la mujer de este de la que se conoce que ha estado internada en un centro psiquiátrico. El "flechazo" entre ambos protagonistas y la amistad entre las dos mujeres parecía desembocar en la típica trama de comedia romántica en la que los clichés son los únicos componentes de una narración para nada original, y, que pretende enganchar al espectador con dos rostros bonitos y escenas de sexo.

Sin embargo, desde el primer capítulo dan ligeras pinceladas que pasan desapercibidas para que en los últimos minutos de la serie se vea perfectamente un cuadro que se fue dibujando durante todo el relato.

Cabe destacar la capacidad de Lightfoot para introducir este universo de elementos fantasiosos a un ritmo ideal para que el espectador lo digiera y siga enganchado a la trama. Poco a poco se revelan secretos del pasado bien a través de flashbacks o ensoñaciones donde hay que destacar la labor de los departamentos de arte, vestuario y maquillaje. Esos elementos que en primera instancia parecen inconcebibles, llegan a ser verosímiles y se evita crear así un caos de relaciones inconexas que nadie -excepto los fanáticos de Nolan- podría seguir.

El público está acostumbrado a un tercer acto incongruente, predecible o en el que matan a la obra. En el caso de "Detrás de sus ojos" la explosión final da vida a unos primeros capítulos correctos pero en los que no se atisba que esté sumergida una idea tan potente.

El final no solamente llama la atención y te deja pensativo mirando a una pantalla en negro donde solo se pueden leer créditos, sino que soluciona esas dudas, para las que en algún momento creíste tener la solución. Spoiler: no, no tienen la solución.

Todos los capítulos de la serie aportan algo: el primero, obviamente ofrece un contexto y un punto de inicio; en el segundo aumentan las dudas sobre lo que se ve en pantalla; la tensión aumenta en el tercero; en el cuarto te dicen a la cara lo equivocado que estás con tus apuestas; el quinto sirve de dron para ver las piezas desde otra perspectiva, en el sexto se conectan y cuando crees que el puzzle ya está hecho, te hacen mirarlo del revés.     

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