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Crítica: "Ready Player One", grata fantasía para jóvenes de cualquier edad

por © NOTICINE.com
"Ready Player One"
Por Edurne Sarriegui    

Steven Spielberg imprime su sello en la adaptación cinematográfica de la novela "Ready Player One" de Ernest Cline, una historia de ciencia-ficción que se desarrolla en su mayor parte en la realidad virtual de un video juego de alcance mundial. Los ciento cuarenta minutos de duración arrasan como un huracán de acción, fantasía y diversión. Por fin llega a la pantalla un film de aventuras que sorprende gratamente y nos transporta a mundos diferentes llenos de acción y color.

Coescrita por el autor de la novela y Zak Penn ("Last Action Hero", "X-Men"), la acción de "Ready Player One" se desarrolla promediando el siglo XXI, en un futuro distópico en el que la mayor parte de la sociedad pasa más tiempo inmersa en el campo virtual de OASIS que en la vida real.

En OASIS, los jugadores pueden ser protagonistas de las más increíbles aventuras y dependen de su habilidad para obtener los medios necesarios para ganar. Y si carecen de habilidad siempre pueden conseguir esos recursos mediante créditos que les llevan al endeudamiento con IOI, la gran empresa propietaria del juego.

Cuando fallece James Halliday (Mark Rylance), quien fuera el creador del juego y terminara descontento con su obra, desafía a todos los jugadores a encontrar las tres llaves que les llevarán a conseguir el gran premio consistente en heredar sus acciones de la empresa y el subsiguiente control de la misma.

El protagonista, un adolescente huérfano que vive en la pobreza rodeado de adultos absorbidos por el juego, es Wade Wilson (Tye Sheridan) en la vida real y Parzival en el mundo ficticio de OASIS. Tentado por la posibilidad de poseer el juego entra en la carrera por conseguir las claves y gana la primera etapa. Eso lo pone en la mira de IOI, la gran corporación que dispone de todos los medios imaginables para conseguir el objetivo.

El enfrentamiento desigual entre Wade y sus amigos virtuales por un lado  y la gran corporación por el otro, será el nudo de esta lucha del bien contra el mal, del débil contra el fuerte.

Lo más interesante del film no es la historia sino la manera de contarla "a la Spielberg". Decir que hay un exceso de efectos especiales y de uso de CGI, sería ocioso. La mayor parte del metraje se desarrolla en ese mundo fantástico, pero su realizador huye del modo más obvio del que se abusa de estos recursos en muchos casos. En la mayoría de las ocasiones el espectador siente que está ante la pantalla de un video juego en versión pantalla cinematográfica. Aquí nos sumerge en la aventura llena de imágenes fantásticas perfectamente sincronizadas con el sonido. De hecho brillan más los avatares de los protagonistas que sus versiones reales y son más atrapantes los hechos de la virtualidad que lo que ocurre en la realidad.

Y  añade un plus de guiños interminable hacia la cultura ochentera y noventera, con la excusa de la devoción de Halliday hacia esa época, cuando se desarrollaron la mayoría de los juegos a los que se hace referencia. Este circunstancia seguramente complacerá a los espectadores de más edad que reconocerán multitud de íconos de décadas pasadas, sin que ello impida que la trama de la aventura sea válida, divertida y atrapante para aquellos que los desconocen.

Toda fábula conlleva moraleja y aquí no está ausente. La cinta hace una crítica social que, sin ser demasiado dura, expone el uso excesivo de las redes sociales y de juegos  que llevan al descuido de la vida real. Se recrea en el enfrentamiento del más débil contra el más fuerte a base de esfuerzo, inteligencia y creatividad y resalta las virtudes del trabajo en equipo.

"Ready Player One" no busca profundidades filosóficas ni llega a conclusiones originales. Es simplemente entretenimiento puro que elude subrayados, hace un uso efectivo del humor y nos lleva a un mundo de fantasía y aventura. Abre el abanico de posibles espectadores incluyendo a personas de diversas edades y asegura diversión de calidad para el que busca esparcimiento de calidad.

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