Por Eduardo Larrocha    
    
Por tres realidades aparentes discurren las andanzas de Maureen, el personaje al que pone cuerpo y alma Kristen Stewart en "Personal Shopper". Esta última y personal película de Olivier Assayas entrelaza una trama múltiple. En la realidad más mundana la joven americana, de paso en París, trabaja como compradora de vestidos, zapatos y joyas al servicio de una ocupada mujer rica y famosa. Maureen no para de tienda en tienda, siempre buscando y probando. En su inquieto devenir, a través de whatsapp y otros medios digitales, tampoco se aparta de la realidad virtual. Por lo que ocurre en este plano tecnológico "Personal Shopper" se convierte en un thriller.

La chica también persigue algo en el mundo de los espíritus, una realidad del más allá. Unos fantasmas del subconsciente que desde su inicial triunfo en la saga "Crepúsculo / Twilight" conoce bien Kristen Stewart. Maureen acude con insistencia a la finca donde murió su hermano gemelo para comunicarse con su espíritu. Los otros actores de "Personal Shopper" apenas son comparsas en ese trasiego cargado de emoción, distancia y ansiedad de esta actriz que vuelve a trabajar a las órdenes de Olivier Assayas.
    
En este trabajo que ahora se estrena en España, el director francés es coherente con su trayectoria que pasa por "Las horas del verano / L’heure d’étè" y sigue "Después de mayo / Aprés mai". Pero sobre todo podríamos remitirnos a una conversación entre Juliette Binoche y Kristen Stewart en una secuencia de "Viaje a Sils María". A Valentine, el personaje que interpreta la misma actriz americana en esta película, la vimos hablando de una cinta sobre mutantes. En esa secuencia defiende que hay más verdad en la fantasía y en la ciencia ficción que en otras más realistas o supuestamente más serias. De esta manera Olivier Assayas ha encontrado un hilo conductor que nos lleva a entender el complejo entramado de "Personal Shopper".
   
En el mundo del más allá este drama con tintes de thriller se remite a fotografías del siglo XIX y a unos textos de Víctor Hugo. En esos escritos el autor francés asegura haberse comunicado con los espíritus de Dante, Galileo y Sakespeare, entre otros ilustres creadores. También circula en el trasfondo de esta producción francesa la pintura de Hilma af Klint pionera de la abstracción y espiritista. En definitiva un relato cinematográfico lleno de preguntas que se lanzan en el guión compuesto por el propio realizador. En la pantalla, el cineasta galo propone alguna respuesta a las interrogantes que plantea "Personal Shopper". Quizá en este territorio de fantasmas habría sido preferible que quedaran abiertas las puertas del misterio. Así cada espectador podría responder según su creencia y su criterio.
    
En este largometraje en versión original en inglés y algo, poco, en francés, Olivier Assayas entrecruza con sutileza diversos géneros a la vez que mantiene su estilo personal. La película mereció el premio al mejor director en el último Festival de cine de Cannes. Ya se ha estrenado con buena acogida en Francia y Estados Unidos y ahora se puede ver en las salas comerciales ibéricas.

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