Languidece la competición de Cannes con abucheos para Sean Penn y Winding Refn

por © Carolina G.Guerrero (Cannes)-NOTICINE.com
El equipo de la abucheada "The Last Face"
En la recta final del festival, que entregará su palmarés este domingo, se ha generado una seria discusión este viernes entre los críticos, que no se ponen de acuerdo en cuál de las dos películas del día, "The Last Face", de Sean Penn, protagonizada por Charlize Theron y el español Javier Bardem, o "The Neon Demon", de Nicolas Winding Refn, con Elle Fanning, es peor, mientras otros aportan a la diatriba si alguna de estas películas ha tenido más o menos abucheos que días atrás "Personal Shopper", de Olivier Assayas.

La jornada ha debido ser dolorosa para el bien intencionado Sean Penn, que a partir de un guión meloso de Erin Dignam, ha dirigido "The Last Face", con el empeño de mezclar agua y aceite, una historia de amor con una realidad de muerte y crueldad. Ambos personajes centrales, médicos, relacionados con ONGs que acuden a los conflictos civiles del tercer mundo, se reencuentran tras años de separación, y la cercanía reaviva las brasas de su antiguo amor, mientras salpica la sangre.

La verdad es que en general las aproximaciones del cine a la ayuda humanitaria y su presencia en los conflictos bélicos no ha dado grandes películas. La española "A Perfect Day" al menos representó un intento desde el humor negro bastante notable, pero este realización de Sean Penn que recuerda a la fracasada "Amar peligrosamente / Más allá de las fronteras / Beyond Borders" de Angelina Jolie, naufraga por los cuatro costados.

No hay manera de dejar de pensar en el artificio, en la manía clásica hollywoodiense de plantar héroes occidentales guapos y blancos en mitad del mayor conflicto posible entre africanos que se sacan el hígado, los cuales, mientras intentan remediar el horror que les rodea, ven reverdecer el amor que vivieron una década atrás en otra guerra africana.

Penn, que lidera su propia ONG, decisiva en la reconstrucción de Haiti tras el terremoto, no ha tenido olfato ni tino para buscar una historia que transmita sus buenas intenciones, su crítica contra la guerra y los intereses que la provocan.

Por su parte, el danés Nicolas Winding Refn exhibe su pretenciosidad con "The Neon Demon", un retrato satírico que se pretende descarnado pero roza la fácil caricatura del mundo de la moda y las modelos: Su personaje central, Jesse, es una ambiciosa adolescente que llega a Los Angeles para triunfar en las pasarelas, y no tarda en fascinar por su belleza natural, aunque lógicamente ahí se verá enfrentada a un mundo cruel (casi como el de las guerras civiles africanas, por su sangriento final).

La parábola no sólo es demasiado fácil, sino que además Winding Refn, que triunfó en 2011 aquí con "Drive" pero ya patinó con "Sólo Dios perdona / Only God Forgives" (2013), la ilustra con un esteticismo ultrasofisticado que resulta bastante insufrible. Como en la película antes citada, abucheos y pataleos refrendaron los esfuerzos del danés, aunque algún que otro fiel se empeñó en reivindicarla.

Y una pregunta flota en el ambiente: ¿Qué justifica la presencia de estas dos películas en la sección reina de Cannes? O si lo prefieren, por qué cintas de contrastada calidad como la chilena "Neruda" o la argentina "La larga noche de Francisco de Sanctis" no han tenido opción en esa competencia y se han visto relegadas a apartados paralelos...

Este sábado acabará la carrera por la Palma de Oro con las dos últimas candidatas, de dos realizadores conocidos por todos, el holandés Paul Verhoeven, con "Elle", y el iraní Asghar Farhadi, con "Forushande" (El vendedor).

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